miércoles, 15 de enero de 2014

Traición (capitulo 8)

-Tenemos que hablar- dije seria.
-Te escucho- dijo el indicándome que me sentara
-La esposa de Ivana hablo conmigo hoy- dije sin rodeos.
-Me lo imaginaba- dijo con una sonrisa
-¿Qué?- pregunte sin entender, como era que él se imaginaba eso.
-Mira Carina, yo no soy malo, mi único pecado es haber creído ciegamente en la madre de Sebastian, y aunque no lo creas yo quiero mucho a Sebastian, Ivana me llamo el día de hoy para que le dijera dónde te encontrabas, le dije que habías ido con mi hermana al centro comercial- dijo
-No sé por qué la madre de Sebastian me odia tanto, pero ahora no me importa, la esposa de Sebastian, me dijo que él me necesita y voy a estar a su lado, la mayor parte de mi vida he sido una cobarde, pero ahora no, tengo dos razones muy importantes para tener valor- dije mirándolo a los ojos- que no te voy a negar que a pesar de que te dije que me casaría contigo no estoy segura de haberlo hecho, aunque tú no hallas actuado de por maldad, contribuiste a mi desgracia, pero tampoco te guardo rencor – dije regalándole una sonrisa sincera.
-Lo es Carina, y aunque no lo creas me da gusto que Sebastian y tu vallan a estar juntos al fin , él se lo merece, y en cuanto a que su madre te odia, es porque ella también se crio en un orfanato, pero era una mujer muy lista y hermosa así conoció a el papá de sebastian, y el quedo enamorado de ella de inmediato, ella mejor nadie sabe lo que es vivir así y crecer sin una familia, ella no quería que a su hijo le pasara lo que le paso a su marido, cuando se casaron sus amistas lo repudiaron al igual que la familia de él, así que ella no quería que pasara eso de nuevo- me explico.
-Eso es injusto, ella debería de entenderme mejor que nadie-dije molesta.
-Sí, pero no lo hace y nunca lo hará, el mundo del dinero y las amistas la corrompió demasiado, no te puedo decir que el único objeto de la madre de sebastian para hacer lo que hizo fue el proteger a su hijo, era más bien para proteger su imagen ante las amistades- me conto.
-Pues ahora no me importa si la señora se enoja, se ofende o hace lo que quiera no voy a separarme más tiempo de Sebastian, porque él es mi primer amor y será el único- dije decidida.
-Si quieres te llevo a su casa- me ofreció con una gran sonrisa en el rostro.
-Pero su esposa está ahí-dije consternada
-Ivana se fue hoy a casa de sus padres – me conto Jacob
-Entonces por favor llévame con el-le pedí con lágrimas en los ojos.
En cuanto le dije eso, salimos de su despacho, subí por mis hijos que estaban completamente dormidos y Salí a buscar al amor de mi vida.
Cuando llegamos a la casa de Sebastian, Segundo me ayudo a bajar a los niños, un empleado que nos abrió la puerta nos dijo que Sebastian estaba indispuesto.
-Dígale que Carina Zampini está acá y le aseguro que se sentirá mejor- le dijo Segundo.
Me imagino que el señor sabio quien era yo por que de inmediato me hizo entrar a la casa y me condujo a la sala.
- Bueno pequeña yo aquí me despido, creo que esto lo tienen que arreglar Sebastian y tú a solas – dijo dándome a la pequeña juani.
-Gracias por todo- le dije a Segundo y el de inmediato salió.
La verdad es que no tenía ni idea de lo que le iba a decir o pero sabía como iba a empezar a hablar con él.
CUENTA SEBASTIAN:
Estaba en mi despacho como ya era costumbre, Ivana hoy me había dicho que se iba de la casa, que era lo mejor, que no estaba enojada conmigo ni con nadie, más que con mi madre porque al fin y al cabo ella también había sido un títere más de ella.
Solo de imaginar que Carina ya había podido casar con Segundo, que no había podido ver a mis hijos, que no sabía dónde o como estaban me partía el alma, quería morirme, estaba enojado con la vida por todo lo que me estaba pasando, no era justo, mi madre me llamaba hasta 6 o 7 veces al día o iba a verme, pero ya había dado instrucciones de que no la dejaran pasar, sabía que si me enfrentaba a ella en estos momentos no sería nada agradable con ella, así que mejor no quería arriesgarme, estaba abrazando el oso que le había comprado a mi juani , cuando james mi mayordomo llamo a la puerta.
-Dije que nadie me moleste- grité enojado.
-Disculpe señor pero aquí esta una señorita que dice que es Carina Zampini y traía a dos bebes- dijo el casi gritando de emoción, yo no lo pensé dos veces y Salí corriendo, creo que hasta avente al pobre de james que ya era un hombre mayor.
Cuando llegue a la sala, ahí estaba Carina, y en sus brazos estaba nuestros hijos, sentía que estaba alucinando, que todo era producto de mi fantasía, o que por fin ya había perdido la razón, pero ella levanto su rostro y me sonrió.
-Te amo- fue lo primero que dijo, yo no podía hablar nada, y solo se me salieron unas lágrimas, me acerque a ella con cuidado para no despertar a mis angelitos.
-Estas aquí- dije tocando su rostro, quería asegurarme que no estaba alucinando ni nada por el estilo.
-Si estoy aquí y nada ni nadie podrá sacarme de aquí – dijo regalándome esa hermosa sonrisa que solo ella tenía.


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domingo, 12 de enero de 2014

Traición (capítulo 7)

Así que ella se había ido, algo dentro de mí se derrumbó por completo, yo ya no dije nada, solo abrase fuerte el oso que le llevaba a mi hija y el balón a Sebastian y salí de ahí, sabía que tenía que ser fuerte para poder apoyar a Ivana.
Los días comenzaron a pasar y por más que yo buscaba a Carina o Segundo no sabía dónde estaban, Ivana salió del hospital, las cosas con ella estaban bien, ella se había enterado de que mis hijos con bella habían nacido pero también sabía que ella se había ido.
Pasaron dos semanas, mas y yo seguía sin saber nada de mi hijos ni de mi Carina, deje de ir a la oficina, lo único que hacía era encerrarme en el despacho de la casa para poder lamer mis heridas para abrazar el oso de mi hija, para tomar el balón que había comprado para Sebastian e imaginar que mi hijo e sonreirá cuando me veía con él, haciendo malabares para entretenerlo.
Sabía que no era justo que yo estuviera así porque Ivana también me necesitaba, pero ya me había cansado de ser fuerte, ya me había casado de todo.
CUENTA CARINA:
Después de que Sebastian se fuera del hospital llamé a Segundo para que al día siguiente fuera por mí, pedí mi alta voluntaria del hospital, sabía que Sebastian podía convencerme fácilmente de quedarme a su lado, pero tenía que pensar en mi hijos y no en mí.
Así que lo mejor que pude hacer fue aceptar la propuesta de Segundo, me casaría con él, ya habían pasado varias semanas desde el nacimiento de mis hijos, le había dicho a Segundo que saldría con su hermana Leah.
Leah y yo estábamos en el centro comercial, ya que ella quería comprarse un vestido, yo estaba tonteando que no me di cuenta que alguien me hablaba hasta que me tomo del hombro, yo voltee a ver quién era y casi me desmayo al ver quien era.
-Hola Carina, ¿te acuerdas de mí?- me preguntóesa mujer que jamás olvidaría.
-Buenas tardes señora Estevanez – dije nerviosa.
-Me gustaría hablar con vos un momento- dijo ella dándome una sincera sonrisa.
Así que no pude negarme le dije a Leah que iría a tomar un café que la esperaba el restaurante.
-En que puedo servirla señora Estevanez- dije nerviosa.
-No me digas señora Estevanez, decime Ivana- dijo ella tranquila.
-En que pudo servirte Ivana- pregunte de nuevo aún mas nerviosa, no entendía cómo era posible que la esposa de Sebastian quisiera que la tuteara y estuviera tan tranquila.
- Sé que no has visto a Sebastian desde el día que nacieron tus bebés- dijo ella
-Creo que es lo mejor, yo no quiero meterme en su matrimonio ni ser un problema-dije sincera.
-Sabes Carina, Sebastian desde ese día no es el mismo, dejo de trabajar, parece un animal herido, que se encierra en su despacho a lamer sus heridas o esperando morir-dijo ella con la voz un poco entre cortada.
-De verdad que yo no quiero hacerle daño ni a él ni a vos y mucho menos a tu bebé-dije preocupada.
-Lo es Carina, cuando yo me entere de por qué Sebastian te dejo, me dio mucho coraje, contra la madre de sebastian , ella no tenía derecho a hacer eso, pero no podemos cambian el pasado pero si podemos hacer algo con el futuro- dijo ella
-No te entiendo- dije más confundida que antes.
-Sé que aun amas a Sebastian, en cambio yo me casé con él porque era lo que me habían dicho desde niña, pero yo también quiero encontrar un hombre que me ame como él te ama a vos, no te voy a negar que lo quiero, claro que lo quiero, y es un hombre muy atractivo de eso no hay la menor duda, pero sé que no sería feliz a su lado, como también sé que si nos separamos el jamás desampararía a nuestro hijo.- dijo tranquila
-Que es lo que quiere de mí? -pregunte con lágrimas en los ojos.
-Quiero que seas feliz, que Sebastian sea feliz, mi hijo, tus hijo y yo, busca a Sebastian, no te cases con Segundo solo porque no quieres que tus hijos pasen lo que pasaste vos, porque un matrimonio sin amor es peor, te has imaginado hacer el amor con Segundo?, te has puesto a pensar si llegan a tener hijos propios como va a tratar a los de Sebastian?, mira Carina, sé que las cosas no se pueden resolver en un momento, pero en esta vida todo tienen solución menos la muerte querida, y gracias a dios todos tenemos vida.
-¿Es verdad todo lo que me está diciendo?-pregunte emocionada de poder tener una oportunidad con Sebastian.
-Si Carina, mira, sé que cuando mi hijo visite a Sebastian vos lo trataras como si fuera tuyo, desafortunadamente embarazada no me puedo divorciar de él, pero en cuanto nazca el bebé lo voy hacer, así que se feliz, y hazlo feliz a él- dijo ella tomándome de la manos.
-Muchas gracias de verdad – dije llorando y la abrace, no podía creer que ella me dijera que buscara a su marido.
-Ahora querida te recomiendo que hables con Sebastian porque estoy segura que es lo único que el necesita para volver a la vida- me dijo Ivana levantándose.
Yo aún me quede unos minutos sentada tratando de analizar todo lo que me acababa de decir  Ivana, ella era una buena mujer que al igual que yo y que el mismo Sebastian había sido víctima de la maldad de otra gente.
Cuando me estaba recuperando de la plática con Ivana llego Leah para que nos fuéramos, ella se dio cuenta de que algo me pasaba, pero la verdad es que yo no quería decirle nada de lo que había hablado con la esposa de Sebastian, creo que primero tenía que hablar con Segundo.
Cuando llegamos a casa de Segundo, él estaba ahí esperándonos, en cuanto me vio supo que algo pasaba por que me pidió que fuéramos a hablar a su despacho.

-¿Qué es lo que pasa Carina? te noto muy seria- pregunto el en cuanto entramos.

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viernes, 10 de enero de 2014

Traición (capitulo 6)

-Ese perro estuvo con Carina cuando nacieron mis hijos? - pregunte con ganas de matar a alguien
-Sí, de hecho entro con ella al parto, porque Carina estaba muy asustada y los tíos no habían llegado- me explico mi hermano.
Ya no dije nada más y Salí rumbo al hospital donde se encontraba Carina, cuando llegue mi corazón se rompió en mil pedazos, Carina, estaba en la cama con nuestros bebes pero el que estaba a su lado era Segundo y no yo.
-Buenas noches- dije sintiendo un nudo en la garganta.
-Sebastian - dijo Segundo, bella solo me miro con reproche.
-Donde demonios estabas?- me pregunto Julia, mi tía, hecha una furia.
- Ivana también está en hospital- dije sin levantar la mirada.
-Y se encuentra bien?- me pregunto Carina
-Sí, pero vos como estas? Cómo te sientes?- le pregunte acercándome a ella
-Bien, mira son hermosos – dijo Carina enseñándome a nuestros bebes.
Me acerque a ella lentamente, y juro que si no hubiera estado Segundo ahí, hubiera llorado de emoción.
-¿Me dejas cargarlos?- pregunte tratando de contener el nudo que tenía en la garganta, Carina me paso a mi princesa, aún estaba roja, y arrugadita, pero tenía los genes Estevanez por todos lados.
-¿Cómo se siente el nuevo papa?- me pregunto mi tío Estevan.
-Es la cosa más hermosa que había sentido en mi vida-dije mirando a mi hija, pero al parecer mi hijo también quería que lo halagara ya que comenzó a moverse.
-Valla creo que él también quiere a su papa- me dijo Carina y me entrego a mi hermoso hijo, dios tenia a mis dos hijos en mis brazos, nunca había sentido algo así, sentía como si el corazón se me fuera a salir de mi pecho, era como si no tuviera control de mis emociones y gracias a dios mis tíos se dieron cuenta.
-Segundo por que no salimos a tomar algo, Carina y sebastian necesitan espacio con sus hijos- dijo mi amada tía Julia remarcando la palabra hijos, Segundo salió de mala gana, prometiéndole a mi Carina que maña vendría a verla, eso si yo se lo permitía.
Cuando el perro de Cernadaz se fue, yo me senté junto a ella donde estaba ese imbécil, primero acomode a los niños en unas camitas que estaban ahí.
Ya sabes cómo los llamaremos?- le pregunte a mi hermosa Carina.
Él se llamara Sebastian y ella Juana-dijo con una sonrisa
-¿Juana?-pregunte sorprendido
-Sí, el nombre de Liliana siempre me ha gustado y Julia por tu tía que ha sido como la madre que nunca tuve- dijo ella emocionada.
-De verdad lamento mucho no haber estado contigo cuando nacieron nuestros hijos, es algo que jamás me perdonare- dije sin mirarla a los ojos.
-No te preocupes, tu no sabías que el parto se iba a adelantar y tu esposa estaba en el hospital, era obvio que estuvieras con ella- dijo ella con un tono de voz comprensivo.
-No deberías de ser tan buena conmigo-le dije mirándola
-Lo sé, pero aunque no quiera reconocerlo aun te amo y me has dado dos motivos para salir adelante a pesar de no estas juntos vos y yo- dijo mirándome con esos ojos que me habían cautivado desde la primera vez que los vi y que ahora tenía un brillo hermoso.
-Carina no puedo vivir sin vos, te amo demasiado, y aunque sé que creerás que no es así, porque Ivana está embarazada, la toque solo una vez y estaba completamente borracho, amor, te lo juro, de hecho ella hoy me dijo que tu jamás me habías engañado que por eso fue el enfrentamiento con mi madre – dije, ella limpio de mi rostro una lagrima.
-¿Ella está bien?- me pregunto con preocupación en el rostro.
-Si ella y él bebe están bien- conteste
-Eso es lo importante Sebastian, las cosas pasan por algo y nuestro destino no era estar juntos- dijo ella tranquila, pero salían lagrimas por sus hermosos ojos.
-No Carina, yo no me resigno a estar sin vos y sin mis hijos, te amo demasiado- dije como llorando como un niño pequeño.
-Sebastian, Segundo me propuso matrimonio- me soltó Carina y sentí como si me hubiera caído un bomba encima.
-¿Qué?- pregunte levantándome de su lado
-Él me dijo que mis hijos siempre serian señalados como los bastardos, y eso no lo pienso permitir, no quiero que mis hijos crezcan con esa etiqueta Sebastian no es justo para ellos, y se que ahora no lo entenderás, pero tu tendrás un hijo con Ivana, y sé que ese bebe también querrá tener a su padre- dijo ella tranquilamente mientras que yo estaba desesperado por lo que me estaba diciendo.
-Y me tendrá – dije seguro de eso.
-Y cuando mis hijos tengan algún festival del día del padre el mismo día que el hijo de Ivana?, no podrás partiré en dos, cuando mis hijos se enfermen, pero el de Ivana también?, con quien vas a estar Sebastian?, vas a poder decidir entre ellos, cuando mis hijos quieran ir al parque?, cuando les hagas una promesa que no puedas cumplir?- me dijo ella llorando.
-No me hagas esto bella por favor, no me hagas esto- le suplique
-Es lo mejor Sebastian, me voy a casar con Segundo, pero no te preocupes que ellos llevaran mi apellido no el de él, prefiero decir que su padre murió o haber que explicación les doy, pero no les voy a dar un padre a medias-
-No Carina, yo quiero estar cerca de mis hijos, necesito estar cerca de ellos y de ti, tu acabas de decir que me amas y yo te amo a vos, no puedes casarte con el hombre que nos arruino la vida, no es justo bella, porque el que está saliendo más lastimado de esto soy yo, no me puedes arrebatar a mi hijos, no me hagas eso, te lo ruego- dije llorando no podía permitir que Carina se casara con el perro , con el hombre que arruino nuestras vidas.
-Sebastian tu estas casado y sería peor ser tu amante y mis hijos el día de mañana se dieran cuenta.
-Yo me voy a divorciar en cuanto nazca él bebe de Ivana, te lo juro amor, pero no me dejes-rogué de nuevo.
-Sebastian es mejor que te vayas- dijo ella llorando pero tranquila. En ese momento no supe que más hacer o decir, sabía que cualquier cosa que hiciera no haría cambiar a Carina de opinión, así que decidí que lo mejor era esperar que los dos estuviéramos más calmados, me acerque a ella y le di un beso en su frente y después deposite unos en cada uno de mis hijos.
No estaba dispuesto a que me quitaran por segunda vez a Carina y ahora a mis hijos, no importaba lo que tuviera que hacer para no perderlos.
Al día siguiente llegue a ver a Carina y a mis hijos, le llevaba un enorme ramo de rosas blancas a Carina, a Juana un gran oso de peluche y a Sebastian un balón, estaba muy emocionado, antes de ir con Carina, había pasado a ver a Ivana, el médico me dijo que si todo seguía como hasta ahora la daría de alta en tres días.
Cuando entre a la habitación de Carina me extraño no ver a nadie ahí, de inmediato se apodero de mí el pánico de que algo les hubiera pasado a bella o a mis hijos, así que salí corriendo a la recepción para que me dijeran donde estaba, pero ahí estaban mis tios.
-¿Julia donde esta Carina?, los niños, les paso algo?- pregunte desesperado
-Carina se fue Sebastian- dijo Julia con voz triste.
-¿Que a donde, que paso?-pregunte siento que en cualquier momento entraría en un ataque de pánico.
-Segundo vino por ella y se fueron- dijo mi tio sin mírame
-¿A dónde, y mis hijos?- pregunte de nuevo.

-Segundo le dijo a Carina que haría lo que fuera para reparar el gran daño que le hizo así que le pidió matrimonio y le juro que el siempre estará ahí para sus hijos-me explico mi tia

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miércoles, 8 de enero de 2014

traicion (capitulo 5)

Carina dejo de trabajar y ahora solo dedicaba a cuidarse y claro que con la ayuda de mis tíos más, que no la dejaban hacer nada, mi tía le había llevado fácil 30 catálogos de ropa y muebles para bebe ya había llevado a Carina al médico y casi nos da un infarto cuando nos dijo que no era un bebe si no dos, y que era obvio que ella no había tenido los cuidados adecuados, el doctor me explico que podía haber complicaciones en el parto ya que tanto carina como los bebes estaban muy bajos de peso.
Los días se me hacían demasiado cortos, yo aún no le había dicho nada a mi madre y mucho menos a Ivana del embarazo de Carina, no quería que mi madre molestara a Carina y que Ivana se alterara.
Estaba en la oficina terminando de arreglar unas cosas ya que me ausentaría unos días para estar al pendiente de Carina que estaba por dar a luz cuando me entro una llamada.
- Estevanez - conteste al no reconocer el número
-Sebastian soy Sol estamos en el hospital, Ivana se puso mal ven de inmediato- dijo mi hermana histérica.
-¿Qué mierda pasó?- le pregunte gritando
-No lo sé, solo sé que mi mama estaba hablando con Ivana y ella se puso mal, ven por favor - dijo mi hermana, colgué y de inmediato salí para el hospital.
Cuando llegue ahí estaban mis padre mi hermana y la familia de Ivana, mi madre estaba muy alterada, al igual que la madre de Ivana.
-¿Que fue lo paso?- le pregunte e mi madre
-Perdóname hijo, yo no sabía que Ivana se pondría así, perdóname- decía mi madre
-¿Que fue lo que hiciste?- le pregunte tomándola por los brazos
-Le dije que Carina estaba embarazada y que ya le tenía de nuevo de amante- dijo mi madre desesperada
-Cómo pudiste hacer algo así madre, de verdad hay momentos en los que pienso que odias a tus hijos, solo te la pasas arruinándoles la vida, y de verdad por tu bien espero que no le pase nada a Ivana ni a mi hijo porque te juro que si algo sucede no volverás a verme- le grite.
En ese momento salió el médico para informarnos de la salud de Ivana.
-Sr Estevanez su esposa se encuentra estable, recibió una noticia muy fuerte y su parto pudo haberse adelantado, por fortuna llegaron a tiempo, sería muy peligroso que el bebé naciera tan prematuro- nos explicó el médico.
-¿Puedo verla?- pregunte
-Claro acompáñeme- me indico el camino el doctor, sabía que Ivana me preguntaría mil cosas y aun no tenía respuesta para muchas de esas cosas.
-Hola pequeña, ¿cómo te sientes?- le pregunte a mi esposa en cuanto entre a la habitación.
-¿Es verdad?- pregunto con los ojos llenos de lagrimas
-Lo de que carina está embarazada y es mío si de que es mi amante no- conteste nervioso no -quería que se alterara más.
-¿Por qué no me lo habías dicho?- me pregunto llorando
-¿Por qué no quería que te alteraras, quería evitarte más tensiones- le dije tomándola de la mano.
-¿Aun la amas verdad?- me pregunto mirándome a los ojos.
-Ivanaa, no es momento ni lugar para hablar de esto, cuando todo halla pasado y el bebé este bien hablaremos ¿de acuerdo?- le dije, no quería que se siguiera mortificando.
-Ella nunca te engaño Sebastian, escuche cuando tu madre se lo decía a Sol en la mañana por eso enfrente a tu madre y le exigí que me dijera la verdad- me confeso Ivana.
-Por ahora no debes de preocuparte por nada más que por estar bien – le dije depositando un beso en su frente.
Mi familia no se había separado ni un minuto del hospital, no sé bien qué hora pero sabía que era de madrugada cuando Salí a tomar un café y me topé con mi hermano Diego que venía solo, eso era raro porque siempre estaba con su esposa.
-Hola hermano ¿cómo estás?- me pregunto dándome un abrazo.
-Mejor, Ivana ya está fuera de peligro al igual que el bebé- dije con voz cansada.
-Sebastian no te traigo buenas noticias- dijo mi hermano serio y eso era raro en él.
-¿Qué pasa?- pregunte preocupado.
- Los tíos me llamaron por que no podían localizarte, ya nacieron los bebes de Carina -dijo en voz muy baja.
-¿Qué?- pregunte asustado- ¿cómo están? ¿Ella está bien?, ellos, que fueron?, dime – le pedí desesperado.
-Todo salió muy bien, fue un niño y una niña, bella es muy fuerte a pesar de todo, tuvieron que hacerle una cesárea de emergencia pero ya todo está bien.
-Dios yo tenía que haber estado con ella, apoyarla cuidarla- comencé a desesperarme, tengo que ir a verla, tengo que esta con ella, con mi hijos- dije comenzando a caminar por el pasillo.
-Sebastian espera – me detuvo mi hermano.
-¿Qué?- le pregunte gritando


-Carina había salidos a caminar un poco cuando le comenzaron las contracciones y Segundo fue el la llevó al hospital- dijo Diego con cautela.

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viernes, 3 de enero de 2014

traición (capitulo 4)

“-¿Es verdad?- fue lo único que pude preguntarle”
- Ella no te convenía, tenes que olvidarla, Ivana te va a dar un hijo y es lo único que tiene que interesarte - contestó, en ese momento tenía ganas de golpear algo, juro que si no fuera porque es mi madre le habría dicho unas cuantas cosas.
- ¿Donde esta ella? - le pregunté a Segundo
- ¿No vas a ir a buscar a esa puta o sí?- pregunto mi madre
- Salí de acá, no me hagas faltarte el respeto y sacarte de mi casa delante de todos tus invitados - le contesté
Ella supo tomar la decisión correcta y salió de ahí
-¿Donde esta?- le pregunté de nuevo a Segundo
- El otro día la vi en la calle, por un momento pensé que no era ella, se veía demasiado pálida pero me di cuenta que si era ella, así que la seguí, en las mañanas trabaja en un café sirviendo mesas y en las noches en un bar de mala muerte y ni siquiera te cuento donde vive, te aseguro que una ratonera es un lugar mejor y más seguro - dijo, juro que con cada palabra que decía a mí se me rompía cada vez más el corazón
- ¿Ya nació el bebé? - pregunte nerviosamente
- No, pero por lo que pude investigar ella no está bien de salud, por falta de plata ella no pudo llevar bien el control de su embarazo y menos trabajando 14 horas diarias de lunes a lunes - me contestó.
- Dame la dirección - le pedí, tenía que hablar con ella, pedirle perdón, suplicarle si era necesario.
- ¿Y Ivana? - preguntó mi hermana que no se había ido, y ese momento me di cuenta de que era verdad yo no había pensado en Ivana en ningún momento.
- Algo si te juro Sebastian me voy a casar con Carina y le voy a dar mi apellido si con eso puedo reparar en algo el daño que le hice – dijo Segundo
- Vos no te vas a acercar ni a ella ni a mi hijo, porque es mío, y por tu culpa y la de mi madre es que ella y yo sufrimos todo este tiempo- dije - y por Ivana no sé lo que va a pasar por el momento no le voy a decir nada no quiero que nada la altere en estos momentos, ella tampoco tiene la culpa de nada - le contesté a Sol.
Segundo me dio la dirección de donde vivía Carina, y de sus trabajos, sin decir ni una sola palabra más salí de mi casa para ir a buscarla, necesitaba hablar con ella cuanto antes.
En cuanto llegué al lugar que me dijo Segundo, me dio escalofríos nada mas de pensar que Carina trabajaba ahí atendiendo borrachos, estaba por bajarme de mi auto, cuando la vi salir, su
Embarazo casi no se notaba y sabía que eso no era normal y menos por el tiempo que tenía, estaba muy pálida y ojerosa, así que sin pensarlo mucho me acerque a ella.
- Carina - la llamé, ella de inmediato volteo a donde estaba yo, en cuanto me vio se puso más pálida de lo que estaba, pero acababa de dar cuenta que a pesar de estar así seguía siendo la criatura más hermosa que había conocido en mi vida.
- Sebastian - dijo con dificultad, me acerque más a ella, y la agarré por los brazos.
- Vení, subí al auto tenemos que hablar - le pedí
Ella parecía como en shock por que no dijo nada y me dejo que la guiara hasta mi auto, en cuanto subió al auto puse los seguros y arranque, me dirigí al departamento que habíamos compartido, ninguno de los dos dijo nada, entre al estacionamiento del edificio y estacioné el auto.
- ¿Que hacemos acá?- me preguntó, hablando por primera vez.
- Tenemos que hablar - dije sin mirarla.
- ¿De que?- pregunto, sabía que estaba mirando ya que lo sentía.
- Por favor baja y hablemos en el departamento - le pedí, aunque más bien sonó a suplica, ella bajo del auto sin esperarme a que le abriera la puerta como siempre, caminamos rumbo al departamento sin decir nada.
En cuanto entramos ella se giró a verme.
- Decime – dijo ella seria
- Sentate- le dije
-No creo que este mucho tiempo, así que decime – dijo.
-Hoy me enteré de algo que me dolió mucho, que nos lastimó a los dos - le dije
- ¿Ah sí? ¿De qué? - preguntó
- Mi madre junto con Segundo planeo todo para separarnos, Segundo me confesó que nunca se acostó con vos- le dije sin mirarla
- Yo ya te lo había dicho - me contestó ella
- Ya sé, pero ¿que querías que pensara si te encuentro en la cama con él? ¿Vos que hubieras pensado? - le pregunté
- En eso tenes razón, pero no veo ahora de que importe que sepas la verdad,  estas casado y dentro de poco vas a tener un hijo con tu esposa - dijo ella mirándome con mucha tristeza.
- El hijo que tu esperas también es mío Carina, y sé que ni con mi vida me ganaría tu perdón pero de ahora en adelante voy a estar al lado tuyo y voy a cuidarte a vos y a nuestro hijo - le dije
-No Sebastian- dijo seria
-¿Qué?- pregunté ¿cómo qué no? ella necesitaba que la cuidara, que estuviera al pendiente.
- Que no pienso ser tu amante, no te odio y tal vez si no estuvieras casado te perdonaría todo lo que me hiciste, pero no pienso ser la otra ni la de la casa chica, porque aunque no lo creas en el orfanato me enseñaron valores, yo me las arreglé bien en estos meses y este bebe solo es mío - dijo mirándome fijamente a los ojos, no podía creer lo que me estaba diciendo.
-Claro que no vas a ser la otra, yo te amo Carina, cuando volví de Italia venía decidido a que fueras mi esposa, entendé que me dolió mucho encontrarte con otro en la cama, la ira me hizo hacer cosas para lastimarte - le expliqué mientras me acercaba a ella.
- Ya te dije que no, no pienso ser la amante de nadie, y no creo que tu esposa se merezca esto - dijo
-¿Y nosotros si nos merecíamos todo esto? claro que no, y no pienso separarme ni un minuto más de vos, ya me perdí ver crecer a mi hijo dentro de ti, no lo pienso hacer más- dije decidido.
- Es lo mejor Sebastian, ya te dije que me las he arreglado bien sin vos en todo este tiempo, no te voy a negar que al principio pensé que me moriría sin vos, pero ya vez que no, mi hijo me dio la fuerza que necesito – dijo mirándome fijamente pero con sus ojos llenos de lágrimas.
- Carina, entende, no estás bien se te nota, si de verdad queres a ese bebé, tenes que cuidarte por lo menos lo que queda del embarazo, o que queres? tenerlo en el lugar donde vivís? no tenes ni siquiera para un hospital- le dije
-El orfanato donde me crié me van a atender en el parto así que no necesito que me pagues nada- dijo con orgullo.
-No Carina, mi hijo no tiene por qué nacer así- dije exasperado
-Claro que no, tu hijo va a nacer donde tu esposa y vos decidan por que este bebé- dijo acariciando su vientre - es mío Sebastian.
-Pensa en el bebé Carina, imagínate que necesite atención más especializada y ahí no se la van a poder dar, que tal si por no querer aceptar mi ayuda algo le pasa al bebé- le dije desesperado , sabía que lo que le estaba diciendo no era justo pero era verdad.
-No voy a ser tu amante - dijo llorando.
Así que me acerque a ella con cuidado y la abrace.
-No lo vas a ser, mira si aceptas mi ayuda, te juro que no te voy a insinuar nada de nosotros, no me voy acercar a vos con esas intenciones, te lo juro, primero está el bebé- le dije mirándola a los ojos, ella levanto su manos, que ya no eran suaves pero seguían siendo hermosas y me quito una lagrima de mi mejilla que no me había dado cuenta a qué hora había salido la traicionera.
-Está bien Sebastian, pero solo será hasta que yo pueda volver a trabajar – dijo por fin aceptando lo que le ofrecía.
- De acuerdo - contesté satisfecho de haber logrado aunque sea algo con ella.
-Ahora me puedes llevar a mi casa necesito descansar y mañana tengo levantarme temprano – dijo poniéndose de pie.
-Yo sé que no queres volver a vivir acá, pero por favor Carina, no regreses al lugar donde vivís, si pasa algo en la noche voy a tardar mucho en llegar a donde estas – dije sabiendo que todo era verdad
-¿Y dónde queres que viva Sebastian? es el único lugar que me alcanza para pagar – dijo molesta
-¿Porque no vamos por un poco de tu ropa y después te llevo a un lugar más seguro?- le pedí.
-¿Y cuál es ese lugar más seguro?- pregunto desconfiada
-A casa de mis tíos, ellos van a estar encantados- sabía que era verdad que mis tíos serian felices de tener a carina ahí, porque eran los único que conocían mi amor por ella y lo apoyaban, como también fueron los único que no fueron a mi boda con Ivana porque sabían que no lo hacía por amor así que no la apoyaban.
-Tu familia me odia - dijo
-Ellos no, todo lo contrario, mi tía siempre quiso conocerte al igual que mi tío, dale, acepta así yo también me voy a sentir más tranquilo que de no vas a estar sola.

Llevé a Carina a casa de mis tíos y les conté todo lo que había pasado, de inmediato mi tía abrazó a Carina y le dijo que esta inmensamente feliz de tenerla en su casa, ya que ella nunca había podido tener hijos, así que ella le hacía un gran favor a mi tía.

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dedicado a @alwaysconellas. Te amo candu. ☺

jueves, 2 de enero de 2014

Traicion (capitulo 3)

Cuando mi madre y yo salimos de la oficina Carina ya no estaba, algo dentro de mí me decía que no la dejara ir así, pero mi madre me saco de mis pensamiento llevándome a la sala de juntas para ver a Ivana, no podía creer que Ivana hubiera quedado embarazada tan pronto y mucho menos en la única ocasión que yo la había tocado estando completamente borracho en la luna de miel, pero bueno, dios me mandaba a este hijo y lo recibiría con los brazos abiertos, ese día me fui con Ivana para la casa, mi madre llamaría mi padre a para darle la noticia de que pronto seria abuelo.
Al día siguiente que llegue a la oficina vi el lugar de Carina ocupado por otra persona, y sentí un gran vacío en mi pecho, pero no podía dejar me afectara, era lo mejor, en la tarde subió Santiago de recursos humanos a hablar conmigo.
-Pasa Santiago - dije indicándole que se sentara
-Hola Sebastian, tengo que hablar con vos de algo - dijo un poco serio
-Decime ¿pasa algo? - pregunté un poco preocupado
-Es de Carina - dijo el con cautela, todos en la empresa sabían ella y yo habíamos tenido algo que ver
- ¿Qué pasa con ella, le paso algo? - pregunté angustiado
- Ayer tu madre me llamó para hacer su cheque de liquidación y me pidió que aumentara la cantidad - dijo él
-Si estoy enterado ¿qué pasa con eso?- pregunté
- Ella no aceptó el cheque – dijo de golpe
- ¿Como que no?- pregunté, de seguro me demandaría y me sacaría mucho mas
- No, firmo su renuncia y me devolvió el cheque - dijo el asombrado
- ¿Como que firmo su renuncia?- pregunté, si ella había firmado, quería decir que no podría demandarme ni nada. 
- Si firmo y cuando vio la cantidad del cheque solo dijo que esa no era la cantidad correcta, que era mucho menos, yo le expliqué que era una compensación extra y me dijo que no gracias y se fue- dijo él
- Gracias por avisarme yo me voy a poner en contacto con ella para solucionar eso- dije preocupado
El no dijo nada más y salió de mi oficina, ¿Por qué Carina no había aceptado el cheque? claro su nuevo amante le daría todo de seguro, eso tenía que ser, porque ninguna mujer en su estado rechaza un cheque de la cantidad que le había dado.
Esa fue la última vez que supe de bella en meses, aunque no podía dejar de pensar en ella, mi hijo e Ivana ahora eran lo más importante.
Ya habían pasado casi ocho meses desde la última vez que vi a Carina, por las fechas supe que su hijo estaría por nacer, no puedo negar que había días en lo que sentía ganas de buscarla, como si ella me necesitara, pero no lo haría, Ivana no se merecía eso, mi familia había organizado una comida en mi casa por el cumpleaños de mi padre, ya que él y mi madre se habían regresado de Italia para estar cerca de nosotros para el nacimiento del bebe aunque aún faltara tiempo.
Lo que nunca me imaginé era que el estúpido perro de Segundo se atreviera a ir a mi casa.
- ¿Qué mierda haces acá? - pregunte conteniéndome para no sacarlo a golpes.
- No vine aquí por gusto Sebastian, necesito hablar con vos- dijo el muy serio.
- No tenemos nada de qué hablar, todo quedo muy claro entre nosotros hace meses ¿no crees?- le dije
- Es de Carina que tenemos que hablar – dijo con cara de preocupación.
- ¿Que te metió los cuernos a vos también?- dije con burla
- Ella jamás estuvo conmigo, ni siquiera esa vez que nos viste - dijo mirándome directamente a los ojos.
- No digas estupideces- dije matándolo con la mirada
- Es la verdad, yo nunca toque a Carina y ella jamás te engañó, todo fue un montaje para que te casaras con Ivana- dijo el bajando la mirada
- ¿De que carajos hablas?- grité y todo el mundo se giró a vernos.
- Vamos a otro lado - dijo y esta vez le indique que me siguiera, entramos a mi despacho.
- Explícame de que demonios estás hablando- le grite en cuanto cerró la puerta
- Sebastian, aunque no me creas yo te quiero como un hermano, tu madre me llamó desesperada por que la mujer con la que estabas solo quería tu dinero y se burlaría de vos o al menos eso fue lo que me dijo tu madre, ella me dijo que un y tal Anabel que es amiga de Carina, le confesó lo planes de ella, que se casaría con vos y después te dejaría, así que tu madre se preocupó y me pidió ayuda- dijo de corrido
- No te creo- dije sin saber si era verdad lo que decía o no.
-Tengo un mensaje que me envió tu madre, el día que regresaste de Italia, diciéndome el número de vuelo y la hora a la que llegabas- dijo mostrándome el mensaje, y era verdad, tenía todos esos datos.
-¿Cómo es que te metiste en la cama de carina? - pregunté con miedo a la respuesta.
-Su amiga Anabel la drogó, la invito a tomar un café y la drogó ella la desnudo y todo, yo cuando llegué al departamento Carina estaba acostada como nos encontraste - dijo casi en un susurro.
-Sos un hijo de puta ¿cómo te atreviste a hacerme algo así? - le grité tratando de controlarme y no golpearlo aún había muchas cosas de las que teníamos que hablar
En el momento en el que él me iba a contestar, la puerta del despacho se abrió y por ahí entro mi madre, seguida de mi hermana , mi madre tenía cara de preocupación.
- ¿Que pasa hijo?- preguntó nerviosa

- ¿Esa verdad?- fue lo único que pude preguntarle

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Traición (capitulo 2)

“-Claro la defiendes porque es tu amante, pero te la regalo, quédate con las sobras que yo te dejo ella- dije con burla en la voz y salí de ahí.”

Fui directo a mi oficina, en cuento llegué llamé a mi madre, había tomado una decisión, producto o no del enojo, sabía que era lo mejor, así podría olvidarme de Carina Zampini.
 Hola hijo, espero hallas reconsiderado tu decisión  – dijo mi madre
 Organiza todo para que Ivana y yo nos casemos en un mes - dije sin más preámbulos, no había falta.
 Que alegría me das Sebastian, sabía qué ibas hacer lo correcto, en este momento me pongo a haber todo lo necesario - dijo mi madre cortando la llamada.
Carina llegó al despacho a la hora de siempre, me di cuenta que cuando me le fui encima a Segundo ella también se había llevado un golpe ya que se comenzaba a formar un moretón en su pómulo. Eso me partió el alma en mil pedazos, pero tenía que ser fuerte, tener orgullo, ella me había sido infiel.
 Sebastian ¿Podemos hablar? - pregunto ella con voz tímida.
 Para usted soy el Sr Estevanez, y ya hablé a recursos humanos para que me manden a su remplazo, usted será trasladada de área- dije sin darle tiempo a nada más. Ahora lárguese a hacer su trabajo- le grité, ella de inmediato salió de mi oficina.
Ya habían pasado tres semanas, y yo cada día trataba peor a Carina, recursos humanos no había podido encontrar a su remplazo, yo salía el día de mañana a Italia para mi boda con Ivana, solo sería por el civil, si pasábamos el año de matrimonio, nos casaríamos por la iglesia, llame a Carina para dejar todo arreglado en la oficina y claro también para echarle en cara que me ausentaba por mi boda.
-Me mandó llamar sr Estevanez - dijo ella muy seria, a pesar de lo que ella me había hecho, no podía dejar de preocuparme por ella, de unas semanas para acá se veía muy delgada y pálida y eso me preocupaba aunque no quisiera.
 No voy a recibir llamadas en los próximos días, solo que sea algo realmente urgente llamen a mi padre y él se encargara de todo, yo voy a volver después de mi luna de miel - dije y vi como comenzó a morderse fuertemente su labio y eso me dio un poco de satisfacción.
 Claro que si sr Estevanez - dijo ella tranquila
 Espero que ya hallas desocupado el departamento, ¿no pensas que te lo voy a pagar para que lo disfrutes con tu amante verdad? - yo le había dicho que tenía un mes para desocuparlo, pero era mentira ese departamento yo lo había comprado para ella, además sabía que no tenía a donde ir, pero quería que ella me pidiera que la dejara vivir ahí.
 Si Sr Estevanez, el día de ayer cuando llegué mis maletas ya estaban en la calle, no se preocupe - dijo ella sin mirarme a la cara, pero ¿como que sus maletas estaban en la calle?, yo no había dado esas instrucciones.
 ¿Quién la saco? - pregunté
 El portero me dijo que la Sra. Estevanez – dijo ella sin mirarme, así que mi madre se había metido.
 ¿Tienes donde vivir? - pregunté, aunque no quisiera no podía dejar de preocuparme por ella, sabía que no tenía amigos ni familia.
 Si ya conseguí – dijo, claro su nuevo amante le había puesto departamento de seguro.
 Eso es todo retírate- dije cortante y frio
 Espero seas inmensamente feliz – dijo con la voz entrecortada y por primera vez desde que entro me miro a los ojos y no me gusto lo que vi en los de ella, pero de seguro solo estaba actuando
 Claro que lo que seré, Ivana es mi mujer ideal mi otra mitad - dije con voz filosa para herirla.
 Lo sé, es una mujer hermosa - dijo ella volviendo a bajar la mirada.
 Es la más hermosa de todas las mujeres, no hay ninguna como ella - dije con afán de herirla más.
 Con permiso - dijo ella con la voz entrecortada, me sentía miserable por hablarle así, pero cuando la veía recordaba que como la había encontrado con Segundo y la ira volvía a mí, y solo quería herirla más y más.
Mi boda con Ivana se realizó, ella y yo solo pudimos irnos una semana de luna de miel ya que me requerían en la oficina, habían pasado 3 semanas desde la última vez que vi a Carina, pero habían hecho la promesa de que haría todo lo posible para que mi matrimonio funcionara, además Ivana era una mujer muy buena y comprensiva que sabía lo que había pasado con bella y ella entendía y dijo tendría paciencia para ganarse mi amor.
El día que regrese a la oficina, lo primero que vi fue Carina, estaba mucho más demacrada que de costumbre y eso me preocupo.
 Buenas tardes Carina- la salude, ella levanto su vista de la computadora, y vi demasiada tristeza en su rostro.
 Buenas tardes sr Estevanez – dijo ella levantándose, se veía demasiado delgada.
 Pase para que me diga lo que ha pasado - dije
Del día de mi regreso a la oficina habían pasado tres semanas más y yo cada vez veía más pálida y ojerosa a Carina, así que deje de un lado mi orgullo y le pregunte qué era lo que tenía.
La mande llamar a mi oficina.
 Dígame sr Estevanez - dijo ella sin mirarme a la cara
 En las últimas semanas la he notado como enferma ¿se encuentra bien? - pregunte
 Si sr Estevanez, gracias- dijo ella sin mirarme
 Decime la verdad Carina - dije con un poco de desesperación y miedo a que ella tuviera algo grave.
 ¿De verdad quieres la verdad? - me preguntó y eso me hizo preocuparme de verdad
 Si – dije sin dudarlo
 Estoy esperando un hijo tuyo, tengo 9 semanas de embarazo- dijo mirándome fijamente, esa noticia me cayó como balde de agua helada, pero ese hijo no podía ser mío ¿o sí?
 También puede ser de Segundo ¿no? - pregunté sintiendo como el coraje crecía dentro de mí.
 Te juro que no sé qué fue lo que paso pero yo nunca te engañé te lo juro - dijo acercándose a mí.
 Eres peor de lo que imaginaba, no sabía que en el orfanato te habían enseñado a ser tan rastrera, pero ¿puede ser de cualquiera no? , no tiene por qué ser precisamente mío - dije con odio en la voz
 Sebastian te juro que este hijo es tuyo, te lo juro - dijo ella mirándome a los ojos, ella estaba llorando, algo dentro de mí me decía que era verdad, que ese hijo era mío, así que estiré mis brazos y la tome suavemente de los hombros, para acércala a mí, en ese instante la puerta de mi despacho se abrió, y entro mi madre, mi hermana y mi esposa.
 Sebastian – me llamó Ivana yo de inmediato solté a Carina dándole leve empujón pero nada sutil.
 ¿Qué hacen acá?- pregunté acercándome a Ivana para saludarla
 Te venimos a dar una noticia - dijo mi madre sin dejar de mirar a Carina, ella solo miraba al suelo.
 ¿Qué? - pregunté
 Decile Ivana - dijo mi hermana
 Mejor después, creo que en este momento está ocupado - dijo ella mirando a Carina, pero no había odio en sus palabras y no fueron con burla como las de mi madre
 Ivana, Sebastian tiene que saber ya - dijo mi madre
 ¿De qué se trata?- pregunté
 Estoy embarazada- dijo Ivana en un susurro, pero todos lo que estábamos ahí logramos escucharla, yo me quede en shock por un momento.
 Vas a ser padre Sebastian ¿no estas feliz? - gritó mi hermana
 Claro que si - dije después de recuperarme,  giré un poco para ver a Carina y vi que tenía un hilo de sangre en el labio de lo fuerte que lo estaba mordiendo.
 Querida por que tú y Sol no van a la sala de juntas y nos esperan ah í- le dijo mi madre a Ivana, ellas sin decir ni una sola palabra salieron.
 Espero que te quede claro niña que Sebastian es un hombre casado y que pronto se convertirá en padre - le dijo mi madre a Carina. Ella solo asintió sin levantar la cabeza.
 Mamá no te metas - dije molesto
 Sebastian, esta mujerzuela fue la amante de Segundo durante meses, el mismo no lo dijo - dijo mi madre
 ¿Qué?- dije sin poder creerlo, entonces el hijo que esperaba Carina no era mío era de él, que el que alguna vez se llamó mi amigo.
 Eso no es verdad - dijo Carina levantando el rostro
 Mira niña, lo mejor es que te vallas de acá, entiende que tú siempre serás poca cosa para Sebastian, no vales nada, basta con ver que ni tus padres te quisieron y te botaron en un orfanato - dijo mi madre con malicia en su voz, no entendía como ella sabía todo eso.
 Así que pasa a recursos humanos por tu cheque de liquidación y una compensación por haber sido la ramera de mi hijo y déjanos en paz - le dijo mi madre
 Sebastian – dijo bella girándose a verme, pero lo único que yo entendía es que ella y Segundo habían sido amantes durante meses.

 Ya oíste a mi madre ahora largarte de acá o te mandaré sacar con seguridad – dije mirándola con odio, ella me miro por instante y me dio la sonrisa más triste que había visto en mi vida como si ella me dijera que me perdonaba todo lo que le había dicho, pero ella no tenía que perdonarme nada, el engañado aquí era yo, el lastimado había sido yo, ella solo lloraba porque había perdido la oportunidad de ser mi esposa.

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